Badira zenbait poema emozioa eta edertasuna igortzeaz gain bizitzari aurre egiteko eta bizitzan iraun eta izateko zenbait eredu benetan argi eta garbi azaltzen dutenak. Hona hemen horietariko bat.
Los justos
Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.
Con este poema en prosa Borges nos habla de quiénes son aquellas personas justas según su juicio y según los criterios marcados en su universo creado.
Se trata de una justicia muy particular que además de mostrar en cada verso uno o más aspectos relacionados con la belleza que se percibe por medio de los sentidos o por medio de la sabiduría, nos muestra qué fue todo aquello que motivó y fascinó a nuestro gran poeta.
No se expresan las ideas con excesos recursos literarios, sino que en esta ocasión y mostrando una métrica novedosa y distinta, Borges opta por escribir aquello que siente tal cual debe decirse, tal y como debe leerse; no da lugar por tanto a muchas interpretaciones.
Podemos dividir el poema en dos partes. La primera parte la hallamos entre el verso número uno y el verso número ocho. En estos versos se describen a aquellas personas justas por amar o dedicar su alma a alguna tarea relacionada con los sentidos o el saber, como por ejemplo la música, la etimología o la lectura. La segunda parte, desde el verso número nueve hasta el verso número doce, en cambio, se centra en las personas que son justas por poseer un espíritu generoso y altruista: abandona el ámbito de lo cotidiano para centrarse en el interior de las personas.
Señalaremos algunos aspectos importantes:
Leemos en estos versos elementos que han marcado la vida del autor como pueden ser la obra de Voltarie o la de Stevenson (versos 1 y 10); en estos autores impera la vitalidad, la racionalidad, la tolerancia y un alto sentido ético. Todos ellos atributos del hombre noble y justo.
No olvida nombrar aquello que a él realmente le apasiona, entre otras cosas la música (verso 2), el estudio del lenguaje (verso 3), el ajedrez (verso 4), los animales (verso 8), etc. Hace una alabanza al trabajo, a la dedicación y a la inspiración: estudiar e investigar con placer (verso 3), amor al arte (verso 5 y 6).
La belleza y el arte se encuentran en las acciones pequeñas que aun así tienen un gran significado. Desde el ceramista al tipógrafo los pequeños actos de belleza cotidiana hacen que el mundo se salve de lo que contemporáneamente se considera importante. Se considera importante lo que impone la rutina de lo contemporáneo y se olvidan los detalles hermosos de la vida y el ser humano.
Borges nombra brevemente y con disimulo el tema del amor en el verso número siete cuando dice “una mujer y un hombre”. Cuando habla de “los tercetos finales de cierto canto”, parece indudable que se refiere al canto quinto de la Divina Comedia, el famoso y bellísimo episodio de Francesca y Paolo.
Y por último nos deleita con unos versos que muestran su cara más sensible y generosa: se encuentra entre los justos aquel que perdona al prójimo (verso 9) y aquel que se comporta con humildad (verso 11).
Quizás la parte más enigmática sea el último verso. Esa observación “…que se ignoran” produce una satisfactoria inquietud. Ese “Que se ignoran” quizás se refiere a los 36 justos que la Kabalá o Cabala dice que salvan al mundo.
En la Cabala se apunta esta creencia:
“Los treinta y seis justos pueden ser de cualquier raza, color, sexo y edad, no se conocen entre sí y actúan sin saber, siquiera, que son o pueden ser alguno de esos justos. Cuando uno de ellos muere, nace otro para reemplazarlo. La cifra permanece invariable y también la misión. ”
Las personas excepcionales. Borges en este poema nos otorga con las personas únicas y difíciles de encontrar que tienen un gran valor para nuestra sociedad. Estas son las personas que de acuerdo al poeta, están salvando el mundo. Son aquellas personas que tiran el egoísmo a un lado son las que están salvando el mundo.
Las personas excepcionales. Borges en este poema nos otorga con las personas únicas y difíciles de encontrar que tienen un gran valor para nuestra sociedad. Estas son las personas que de acuerdo al poeta, están salvando el mundo. Son aquellas personas que tiran el egoísmo a un lado son las que están salvando el mundo.
Destacamos de este poema el amor que siente Borges por los pequeños placeres de la vida, cuánto valoró aquello que lo rodeaba, y la bondad que ocultaba en su interior.